Simple, de lo más simple...

El estilo de vida, la época en la que vivimos o la geografía eran factores perfectamente alineados para tener las máximas probabilidades de conocernos. De conocernos antes. Sin embargo, las "vueltas de la vida" (frase hecha que engloba acciones y decisiones propias y ajenas) hicieron que nuestros caminos se cruzarán cuando las posibilidades parecían disminuir. Compartimos cosas simples, de las más simples, de esas que aisladas no tiene ni el valor de una anécdota. Y compartimos un par un poco mas importantes, de esas que podremos recordar de acá a un par de años para contarlas en alguna reunión. Y uso el plural porque sos de repetirme anécdotas. No es malo, yo también lo hago (muy seguido).

Del "hola, como andas?", evolucionamos a "charlas de ascensor". Y no porque allá un ascensor de por medio, sino porque tocan temas como el clima o el tránsito. Luego tuvimos "charlas de colectivo" y no porque fueran de colectivo, sino porque ya hablan de cosas con mas desarrollo como amigos, familia, fines de semana, responsabilidades. Y después pierdo la cuenta, y no las clasifico, y solo se que hablamos mucho, de un montón de cosas, de distinto nivel de profundidad, con mucha, poca o nada de coincidencia (generalmente mucha).

Una persona transparente, sincera, buena y con mucha onda. Y para nada competitiva. A que viene esto? Terminar la secundaria es todo un paso. Salimos "a la vida" como me dijo una profesora una vez. Y en la vida hay de todo. Y el mundo esta llenos de garcas, falsos, boludos. Y aunque para los boludos tengo un imán, y tardo en caer con los falsos y garcas, hasta ahora tuve suerte de tener mas cerca a las personas que no entran en la mala bolsa, sino en la bolsa buena. Y vos sos una.

Sin grandes acciones, sin palabras pensadas o discursos psicológicos, me ayudas tanto. Sin darte ni darme cuenta. Mundos paralelos tan parecidos. Que irónico que nuestras rutas se crucen tan poco! Igual mejor, mientras mas cruces mas choques. Y no quiero chocar...

Te acordás, te das cuenta, me entendés, y es genial. Pero mejor aún es que inconscientemente, y tirando frases banales, me haces pensar y me haces hacer.

Nada se confunde, nada se malinterpreta. Lo que es, es. Un chiste, es un chiste. La posta, es la posta. Y después de la intersección, las rutas siguen, hasta volverse a cruzar. No es una dosis diaria, no agota, no cansa y no hace mal. Es salir de escena y mirar las cosas desde afuera, dejando ahí las rutas, los mundos con todo lo que conllevan. Solo eso se limitan a hacer estas personas de factores perfectamente alineados.

Y después de todo esto, parece que estuviera contando algo groso, y no es así. Es algo simple, de lo más simple, como esas cosas que compartimos...