Paso.

Conseguiste en ella lo que buscabas en muchas, se nota. No solo alguien que te quiere, que te acompaña, que te entiende, que se preocupa. Algo mas, mucho mas, un conjunto de patéticas cualidades que era obvio que otras no iban a cumplir, y me incluyo en esa categoría. Una fan de tu vida, una aduladora de tus acciones, una admiradora exhaustiva de cada parte de tu ser. Tus amigos, como jurados implacables la sentencian de buena, de linda, de ideal. Ella ama tu música, tiene fe ciega en tus decisiones por mas estúpidas que sean, te suelta la rienda para que sigas con tu vida, pero marca con frases cursis tu presente para jugar el papel que tanto le debe haber costado conseguir en tu exigente casting. Me pregunto hasta que punto llega su vida propia, que parte mínima de su tiempo gasta en si misma. Hay altas probabilidades de que viva abocada a vos, muerta a tus pies, sombra de cada uno de tus pasos. Por eso es quien és, y está donde está. No querías alguien que te quiera, querías alguien que te adule todo el tiempo. Paso, gracias.

Pasado, pasado.

No me importa que paso antes, ni qué, ni qienes, ni como, ni cuando. No me importa que se viene, mucho menos. Me gusta reirme, o mejor dicho, que te rias con ese pasado ajeno que parece tan interesante visto en tercera persona. Capaz que en un futuro uno los hilos, y los uso para atar el presente para bien o para mal. Congelarlo en el tiempo como tanto me gusta, o dejarlo sin armas para que avance sin llevarme con él. Sea como sea, nos vamos a reir mas que ahora, y después de un tiempo voy a ser motivo de risa para alguien mas.